martes, 17 de mayo de 2011

PRECIOS DE OBRAS DE ARTE CONTEMPORÁNEO

(Precios de obras de arte contemporáneo)

Avelina Lésper


La feria de Dallas, Texas se realiza en las mismas fechas en que sucede MACO en la ciudad de México, pero la curiosidad de ver otras galerías y comparar precios me empujo a ir a Dallas. Esta feria es “muy conservadora” para los que buscan el último grito en arte basura -o sea las mismas cosas de siempre pero con nombres nuevos-. Ahora esta feria no es de una capital, es de una ciudad, y en sus propuestas, precios y seriedad da un paso más allá del que ya se estancó MACO.
Para empezar no son stands, son galerías, cada expositor construyó su espacio con escaparates, muebles y diseño arquitectónico. El ambiente es casi museístico. Y lo más importante, no hay que andar persiguiendo a los galeristas para pedir precios, la gran mayoría de las obras tienen una cédula con el precio incluido y las listas están lugares visibles. El trauma tan cursi de que hablar de dinero es de “mala educación” en MACO es un código de conducta, los galeristas esconden las listas, te revisan a ver si tienes aspecto de comprador y se cuidan como si los precios fueran información incriminatoria para ser utilizada en su contra. Y sí, los precios son más caros en México, ¿por qué? porque la gran mayoría de obras de arte contemporáneo se compran por estatus, no por gusto, entonces el precio alto supone la validación del artista, es caro, por lo tanto es arte.
Estos son algunos precios y obras de Dallas, todo en dólares:
Demian Hirst, sus “pinturas” de centrifugadoras con mariposas pegadas 575 mil, ninguna se vendió. Una novedad que llamó mucho la atención, José María Cano –ex Mecano- encáusticas de 3 X 3 metros, con imágenes de anuncios de prostitución de periódicos, realizadas con todo detalle y en relieve, unas de 25 mil y otras a 55 mil. Verve Gallery: Jasper Jones, Periscope I, litografía, 35 X 56 pulgadas, edición de 65, firmadas, 45 mil; de Rauschenbergh, Soviet American Array V, intaglio en 16 colores, edición de 59, numerada y firmada, 50 mil; Andy Warhol –no compren warhols, la mayoría son falsos, los imprimen en Las Vegas- $ Quadrant, serigrafía, serie de 56, “firmadas y numeradas”, 90 mil.
Muy buena pintura, gráfica y dibujo, técnicas modernas y materiales renovadores, es alentador ver que la pintura hace un esfuerzo por destacar con propuestas arriesgadas:
Peter Waite vistas realistas del interior del metro de Paris, óleo en panel, 18 mil.
Wiston Wachter Gallery, Ethan Mourrow, dibujos de gran formato en grafito 19 mil.
En Chris Worley Gallery, de Paul Manes, Djinn, unos cuencos en sepias, blancos y goteo de color, óleo en lienzo, 20 mil.
Jerald Melberg Gallery, dibujos en grafito de Susan Grossman, 16 mil, gran formato, una ciudad nocturna en movimiento, calles, automóviles.
La extraordinaria pintora china, Hung Liu, gran formato con polímeros de alta densidad, hace capas en la pintura, imágenes de coreografías comunistas, retratos de princesas milenarias, de 7 mil a 38 mil, tenía obra en varias galerías.
Alan Macdonald, pintor escocés, obras de influencia flamenca, retratos con elementos contemporáneos, tal vez de lo mejor de la feria, todo vendido, 4,400 los pequeños y 15,500 los grandes.
Los neones, ahorre y mándelos hacer con su electricista, nadie va a notar la diferencia, pero si decide dárselas de rico y moderno: Tom Hollenback, Green Flume, neones, acrílico y tablas de pino, 2 mil
dela Andea Blue Alchemy, tiras de neón azul enredadas con diversos objetos de tlapalería, 4 mil.
Francois Morellet, 40 mil, ha expuesto en el Louvre y en el Pompidou estas naderías.
De Valerie Export, collages, realizados con fotos que tomó a enfermas en hospitales, -mucho más interesantes que sus performances- 10 mil cada una, edición de 5.
Sigue la ingenuidad de creer que la tipografía en un soporte es arte, Mark Gonzales, letreros grafiteados en espejos, 6 mil en Zach Feuer Gallery .



La noticia fue Ultra Violet, la musa de Warhol que presentó el documental de las fotografías que Willam John Kennedy le hizo a Andy y a Robert Indiana trabajando en su taller, un reciente descubrimiento, tenía esos negativos perdidos en su casa y en la memoria, la galería Colton & Farb vendía la primera impresión de las fotografías. La ancianita Ultra Violet llegó con una peluca púrpura, los





 

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